Sobre mí
Me he formado desde hace tiempo en diferentes disciplinas de crecimiento personal. Licenciada en enfermería por la UMU, formadora en sonoterapia, cráneo sacral, masaje metamórfico.
Todo comenzó hace varios años en un momento de búsqueda personal cuando sentía la necesidad de encontrar herramientas que me ayudaran a mejorar el estrés y a comprender mejor mis emociones.
Conocí los cuencos tibetanos, decidí asistir a una sesión grupal, al escuchar su sonido y sentir su vibración resonó en mí, pude experimentar su poder sintiendo que yo era parte de esos sonidos, las ondas sonoras me envolvieron y los cuencos y el gong resonaban en mi interior llevándome a un estado de calma. Fue de gran ayuda en el proceso que estaba viviendo, descubriendo su poder sanador.
En ese instante supe que quería aprender más sobre esta práctica y compartir esta poderosa herramienta de utilizar sonidos y vibraciones para ayudar a otras personas. Mi inicio como terapeuta de sonido con cuencos tibetanos y Gong fue un viaje lleno de descubrimientos y conexiones profundas.

Mi formación
Realicé mi formación en España, india y Nepal para mejorar tanto en la comprensión de las emociones como en la calidad de las sesiones. Durante este tiempo, tuve la oportunidad de aprender de maestros experimentados y sumergirme en las tradiciones que rodean esta disciplina. En India me formé en la práctica de técnicas de toque, la meditación sonora y el kriya yoga. En Nepal me conecté con el gong.
He estado realizando sesiones individuales y grupales, baños de Gong, pujas de Gong, terapias, formaciones, retiros, para gestionar las emociones y el estrés de una manera efectiva y natural.
Mi pasión por la terapia de sonido me ha ayudado a desarrollar un método propio de enseñanza práctica en masaje vibroacústico.
Mi experiencia

Desde que asistí a un baño de Gong hace años experimenté la sensación de que yo ya era parte de ese mundo, pude sentir que a través del sonido me llevó a un viaje mágico y me hizo ver que iba a hacer un cambio en mi vida. Me compré un Gong y empecé a tocar para mí, observando cambios positivos en mi vida, a nivel físico, a nivel emocional las cosas que me afectaban iban mejorando y a nivel mental mayor concentración.
Cuando te pones frente al Gong sientes su presencia, al ser percutido se percibe la vibración en todo el cuerpo, te integras en la vibración del sonido que te hace vibrar perdiendo la noción del tiempo y el espacio. La energía que emana el Gong en su vibración tiene un poder transformador, te envuelve en una inmersión de alquimia tonal con sus frecuencias armónicas para traernos el equilibrio y sintiendo una conexión con el ser interior y la mejora de nuestro cuerpo físico.
Un baño de Gong es pararse, sentir el sonido, abrirse a la experiencia y aceptar si se mueve alguna emoción para poderla trabajar en los siguientes días.
Agradezco que entrara a mi vida el mundo del Gong quiero compartir.